Granada, famosa por su historia y la Alhambra, ha sido señalada en un informe reciente como la ciudad menos caminable de Europa y la séptima a nivel mundial, con una puntuación de dificultad de 82 sobre 100.
El estudio, realizado por AllClear Travel Insurance, evaluó más de 240 destinos turísticos considerando factores como la accesibilidad peatonal, la calidad de las infraestructuras y la seguridad para los viandantes. Granada obtuvo puntuaciones bajas en varios de estos aspectos, lo que ha generado debate entre residentes, expertos en urbanismo y autoridades locales.
Factores que Contribuyen a la Evaluación Negativa
El informe destaca varias razones por las que Granada se posicionó en la última posición del ranking europeo:
- Calles angostas y falta de continuidad peatonal: Las estrechas calles del Albaicín y el Realejo, aunque históricas, carecen de aceras adecuadas y espacio suficiente para el tránsito peatonal seguro.
- Dominio del tráfico motorizado: Granada está dominada por automóviles, con gran parte del espacio urbano dedicado a vehículos, lo que dificulta la experiencia de caminar.
- Inseguridad para los peatones: La ciudad presenta una de las tasas más altas de accidentes que involucran a peatones, especialmente en intersecciones mal diseñadas y calles sin suficientes pasos de cebra.
- Escasez de zonas peatonales amplias: A diferencia de otras ciudades europeas, Granada cuenta con pocas calles del centro histórico restringidas al tráfico vehicular.
Reacciones de la Comunidad y las Autoridades
La publicación del informe ha generado diversas reacciones. Muchos granadinos coinciden con los problemas identificados, señalando que las medidas para mejorar la experiencia peatonal han sido insuficientes.
La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ha reconocido los desafíos y ha anunciado un «plan de transformación de la ciudad» con más de 60 actuaciones proyectadas para mejorar la movilidad peatonal y la infraestructura urbana.
El Potencial de una Granada Más Caminable
A pesar de las críticas, el informe también resalta el potencial de Granada para convertirse en una ciudad más amigable para los peatones. La riqueza cultural y paisajística de la ciudad podría ser más accesible con inversiones en infraestructura urbana y un enfoque renovado en la sostenibilidad.
Expertos sugieren que medidas como la ampliación de aceras, la creación de carriles para bicicletas y la restricción del tráfico en el centro histórico podrían transformar la experiencia de caminar por Granada. Además, iniciativas como la plantación de árboles para mitigar el calor en verano y la mejora del transporte público serían clave para reducir la dependencia del automóvil.
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